Saltar al contenido
Home » Mexico: Elecciones presidenciales de disputas interburguesas

Mexico: Elecciones presidenciales de disputas interburguesas

  • por


22 de abril de 2018
• Mexico: Elecciones presidenciales de disputas interburguesas. Sin alternativas obreras ni socialistas

El día de hoy domingo 22 de abril se lleva a cabo el primer debate presidencial en México en una elección que tienen importantes novedades y que seguramente serán relevantes en el orden internacional

Por Anastasia Gómez Partido de Izquierda

A MANERA DE INTRODUCCION

Breve esquema histórico del sistema de partidos en México

Los partidos políticos son esencialmente una representación de intereses de clase. Los principales partidos políticos de México, PRI, PAN, PRD y MORENA, son todos ellos partidos capitalistas porque representan los intereses de la clase dominante. Alrededor de estos partidos giran formaciones políticas de menor talla. La disputa entre estos partidos ha quedado reducida a una competencia para ver cuál de ellos será el mejor administrador de los intereses de los capitalistas y puede dirigir los esfuerzos que den alguna medida de estabilidad social. Ninguno, por supuesto, plantea la ruptura con el imperialismo norteamericano, o con los otros bloques imperialistas, ni plantea el poder o la representación de los trabajadores como clase. Los individuos que se presentan como “independientes” y aspiran a cargos públicos los caracterizamos con el mismo criterio: si coinciden políticamente con los partidos capitalistas en la defensa del orden político y social actual entonces son candidatos capitalistas.

¿De dónde vienen estos partidos?

Históricamente el PRI, Partido Revolucionario Institucional, surgió a partir de los caudillos sobrevivientes de la revolución mexicana como movimiento secular nacionalista y ha representado a la burguesía ligada a los intereses del estado sometiendo a todos los demás sectores de la sociedad, los obreros, los campesinos y organizaciones populares. Mientras que el PAN, Partido Acción Nacional, por su lado fue creado por el sector capitalista ligado a la llamada iniciativa privada y a la iglesia católica para contrarrestar al PRI y su tendencia estatista, Lázaro Cárdenas acababa de nacionalizar el petróleo e incluso por un tiempo su política educativa era definida como ‘socialista’.

Los gobiernos priistas posteriores fueron siendo cada vez más de derecha y represivos, de lo que dan cuenta la continua opresión y despojo de las comunidades indígenas, la represión a los ferrocarrileros, a los médicos y las masacres estudiantiles de 1968 y 1971 así como la guerra sucia de los 70s contra las guerrillas rurales y urbanas que dejaron mas de 500 luchadores sociales como desaparecidos políticos. El PRI, buscando recomponer su imagen, impulsó una reforma política a finales de los 70s por la cual legalizó a los partidos de izquierda. Se descubrieron en esos años yacimientos extraordinarios de petróleo y el PRI creyó que a partir de entonces se dedicaría a administrar la abundancia, contrajo deudas internacionales que se hicieron impagables cuando colapsó el precio del petróleo. Durante todos estos años el PAN había sido políticamente marginal.

En los 80s a partir de la crisis de la deuda externa el PRI giró drásticamente a la derecha, sometiéndose a los dictados del Fondo Monetario Internacional que lo había rescatado financieramente, abandonó toda pretensión de nacionalismo revolucionario, adoptó el programa económico del PAN de desmantelamiento de las empresas paraestatales, de austeridad y de destrucción de sindicatos y de todo sector que se interpusiera con sus planes (sindicato de PEMEX, Escuela Nacional de Maestros y otras escuelas normalistas). Más tarde el PRI, después de más de 130 años de no tenerlas, reestablecería relaciones diplomáticas con el Vaticano. A partir de los 90s con la firma del tratado de libre comercio, con la desnacionalización económica, la liquidación del ejido y la integración creciente de la economía mexicana a la norteamericana como parte del proceso generalizado internacional de lo que se dio en llamar como “neoliberalismo,” las diferencias políticas entre el PRI y el PAN se desdibujaron. Tan fue así que cuando el PAN derrotó al PRI en el año 2000 no hubo ningún cambio fundamental en la política económica. En lo social el PAN no hizo más que profundizar la lucha contra la educación pública del PRI. Después de dos periodos presidenciales panistas desastrosos el PRI volvió a ganar la elección con la candidatura de Peña Nieto en el 2012.

El PRD, Partido de la Revolución Democrática, se formó en los 90s con el sector disidente del PRI encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas y que reaccionó al abandono de su nacionalismo económico. El PRI pudo derrotar a esta corriente solo por un histórico fraude electoral en 1988. Al PRD se sumaron todos los partidos de izquierda reformistas que abandonaron toda pretensión de luchar por el socialismo tras haber encontrado una burguesía liberal ‘progresista’ a la cual apoyar. En el PRD se disolvieron el Partido Socialista Unificado de México, el Partido Mexicano de los Trabajadores (nacionalista pequeño burgués) y la mayoría de la dirección del comité central de Partido Revolucionario de los Trabajadores (organización supuestamente trotskista), así como grupos de corrientes maoístas, incluidos los grupos guerrilleros, y del movimiento de masas. Pero el PRD era revolucionario solo en el nombre, se adaptó rápidamente al régimen, se convirtió en otra maquinaria electoral más que jugó efectivamente un rol desmovilizador de las luchas de masas, su verdadera misión histórica. Los dirigentes que lo formaron fueron siendo desplazados gradualmente sin pena ni gloria por dirigentes cada vez más oportunistas y de derecha.

Tras la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio en enero de 1994, se dio el alzamiento armado del llamado Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el cual le declaró la guerra al gobierno nacional y aseguró que llegarían hasta la capital para deponerlo, sin embargo tras los combates iniciales y la abrumadora respuesta armada del gobierno se replegaron rápidamente y abandonaron toda estrategia armada, hubo cese al fuego, y el gobierno ofreció rápidamente una amnistía a los que depusieran las armas, pero continuo reprimiendo selectivamente. En 1997 ocurrió la masacre de Acteal en la que indígenas simpatizantes del EZLN fueron asesinados por el gobierno. Su estrategia se limitó a defenderse de la represión y a impulsar nuevas políticas de reconocimiento y apertura de derechos para las comunidades indígenas. Su aparición creo una gran conmoción entre la juventud que los comenzaron a ver como una opción de construcción de comunidades autosuficientes en la posibilidad utópica (y paternalista) de crear “mundos dentro de otros mundos”. Conservando hasta la fecha el encanto para los deseos de experiencias comunitarias en la selva y con comunidades indígenas en pie de lucha (en 1996 formaron el Congreso Nacional Indígena). El EZLN se presenta con un discurso liberal de coexistencia pacífica y de derechos democráticos que trata de hacer pasar como de izquierda y anti-capitalista; esta pretensión es aceptada como tal por muchos, incluidas fuerzas de izquierda a nivel internacional.

El Subcomandante Marcos, quien ahora se autonombra como el SupGaleano, publicó un largo texto titulado Una Historia para Tratar de Entender, escrito en Noviembre de 2016 en donde cuenta como hicieron la discusión en el CNI que llevó a la decisión de participar electoralmente en el 2018. (http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2016/11/17/una-historia-para-tratar-de-entender/ ) En esta narración reafirman que no luchan por el poder, algo que identifican con tener cargos públicos, y plantean el cuadro de la situación desesperada de represión y aislamiento en que se encuentran.

SupGaleano, empieza sugiriendo la posibilidad de que para sobrevivir los distintos componentes del CNI consideren meterse a MORENA si lo creen necesario, para luego presionar hacia la decisión de la candidatura independiente, la que después de ser consultada decidieron que su candidata adoptaría el título de vocera del Concejo Indígena de Gobierno.

En los últimos años el PRD empezó a tejer alianzas a nivel estatal con el PAN, presentándose juntos en elecciones de gobernador de 6 estados (derrotaron al PRI en tres de ellos Durango, Quintana Roo y Veracruz).

Como para terminar de converger el PRI, el PAN y PRD firmaron en el 2012 el llamado Pacto por México, un paquete de reformas negociado en secreto y dado a conocer un día después de la toma de posesión de Peña Nieto. Las partes principales de este pacto son la llamada reforma energética que profundiza la entrega del petróleo al imperialismo y la reforma educativa que apunta a la destrucción del sindicato de maestros.

MORENA, Movimiento de Regeneración Nacional, la tendencia de López Obrador dentro del PRD se separa del PRD tras la firma de este pacto. Morena es la versión caricaturesca actual de lo que fue el PRD en su fundación. López Obrador carece de toda profundidad política y viene efectuando las mismas maniobras del PRD para hacerse elegible.

Como contraparte hay que señalar que en México no existen partidos obreros, socialistas o anticapitalistas que tengan alguna inserción relevante en las luchas y ninguno cuentan con personería legal. Podría afirmarse que los esfuerzos de la izquierda mexicana en particular sufren por el mismo retroceso de la conciencia política de la clase obrera a nivel internacional.

No es de sorprender entonces que el ambiente político actual sea de un amplio rechazo popular a todos los partidos políticos, sin distinción, a los que se identifica con la corrupción, y se les considera responsables del estancamiento económico, del crecimiento de la pobreza extrema, de la concentración de la riqueza, de la situación de violencia, del feminicidio y del narcocrimen incontenible.

La novedad en el contexto internacional y que plantea interrogantes a la clase gobernante mexicana, ha sido el impactante ascenso de China como potencia imperialista y fuerza mayor en el comercio mundial en oposición a la tendencia proteccionista de Trump y su guerra comercial. Trump utiliza la amenaza de rescindir el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN , (NAFTA por sus siglas en inglés) con el fin de obtener algunas concesiones que habrían de crear algunos empleos en Estados Unidos y que supuestamente justificarían su nacionalismo económico. La realidad es que más de 5 millones de norteamericanos perderían su empleo si abandona el tratado y no haría más que empujar a México a un acercamiento al bloque imperialista emergente de los BRICS liderado por China (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica) y al bloque de la Unión Europea. Trump aparentemente ha generado un amplio descontento en Estados con esta política comercial y se ha visto forzado a rectificarla anunciando recientemente su intención de reintegrarse al Trans Pacific Partnership, un acuerdo comercial regional ideado por Obama contra China y al cual renunció al día siguiente de su toma de posesión como presidente.

Las seis principales novedades de estas elecciones del 2018

1. Por primera vez en su larga historia el PRI nomina como candidato presidencial a alguien que no es miembro de su partido, sino a un ‘candidato ciudadano’;

2. La coalición electoral presidencial entre el PAN y PRD como la continuación lógica de alianzas ‘derecha-izquierda’ a nivel estatal;

3. El ascenso de MORENA y su participación como partido político nacional luego de su ruptura con el PRD en el 2013;

4. La reforma electoral que admite la participación de candidatos independientes, los cuales deben cumplir con el requisito de estar avalados por la firma de más de un millón de votantes registrados;

5. La ruptura en la cúpula del PAN en torno a la selección de candidatos que llevó al lanzamiento de la candidatura independiente de Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón; y

6. El intento del Ejercito EZLN/CNI (Ejército Zapatista de Liberación Nacional/ Congreso Nacional Indígena) de lanzar una candidatura presidencial independiente, que, aunque fallido, marca un cambio relativo de actitud hacia la participación electoral desde ese sector independiente.

1. El Partido Revolucionario Institucional postuló como su candidato a José Antonio Meade, quien no es miembro de su partido sino un funcionario de carrera que sirvió anteriormente en el gabinete del gobierno del PAN como Secretario de Energía y fue retenido en el gobierno priísta de Peña Nieto en varias secretarías de estado, la más reciente como titular de Hacienda y Crédito Público. La última ocasión en la que el PRI supuestamente obtuvo mayoría absoluta fue en 1988 con la fraudulenta imposición de Carlos Salinas de Gortari. El porcentaje de votación del PRI declinó rápidamente en los 90s y perdió la presidencia por primera vez en el año 2000 frente al PAN, año en que se inauguraron las elecciones por coalición. Para las presentes elecciones el PRI formó la coalición llamada Todos por México en la que mantiene su asociación anterior con el Partido Verde Ecologista e incorpora al Partido Nueva Alianza (PANAL) creado por la burocracia sindical del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación-SNTE (la corriente opositora a la burocracia sindical se agrupa en una organización disidente llamada Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación). En la última elección presidencial del 2012 el PANAL se presentó sin aliados y obtuvo el 2.36% de los votos. Por su supuesta independencia partidaria, Meade se proclama como el único verdadero ‘candidato ciudadano’ y corteja los votos del PAN. Su postulación no es más que el reconocimiento de que la marca PRI ha dejado de ser atractiva y necesita presentarse como algo novedoso por encima de intereses partidarios. La candidatura de Meade no ha ganado tracción y según las encuestas la opaca campa؜ña de este candidato va en tercer lugar con el 21.2% de preferencia. El primer debate presidencial es el domingo 22 de abril y seguramente se efectuarán nuevas encuestas.

2. El PRD y el PAN han extendido su alianza al nivel nacional con la formación de una coalición presidencial, en la que participa también el Movimiento Ciudadano, bajo el nombre registrado de Por México al Frente. El Movimiento Ciudadano es un partido socialdemócrata (Ver nota al final) dirigido por Dante Delgado, un ex-priista del estado de Veracruz, que en el 2012 fue coordinador de la campaña de López Obrador. La coalición de estas fuerzas viene de obtener triunfos electorales en elecciones a gubernaturas en varios estados. El PRD, Partido de la Revolución Democrática, el autoproclamado partido ‘de izquierda’ muestra con esta alianza que está en un proceso de descomposición política de la que es improbable que se recupere. El candidato de la coalición es el panista Ricardo Anaya quien hasta unos meses fungía como presidente nacional de su partido, el Partido Acción Nacional. En sus más recientes spots publicitarios, y como para agregar a la confusión, se refiere a su coalición como Frente Ciudadano por México. Anaya impuso su candidatura sin que mediara una convención ni ningún método democrático, ni siquiera hubo una negociación pública seria, de entrada el PRD accedió a que el candidato presidencial de la coalición sería del PAN. El PRD está sufriendo ahora un éxodo de militantes y cuadros hacia el partido de López Obrador. Según las mismas encuestas la coalición PAN-PRD está en segundo lugar con 26.1% de la preferencia electoral. Para mejorar sus números frente a MORENA, su campaña ha adoptado como tema central el llamado Ingreso Básico Universal, un tema identificado con la socialdemocracia europea. Su campaña que al inicio parecía llevar un gran impulso se estancó rápidamente por la falta de entusiasmo de su propia coalición además de que enfrenta acusaciones de un multimillonario lavado de dinero en una operación que según las acusaciones fue armado con prestanombres y transacciones financieras dudosas.

3. MORENA, la corriente dirigida por López Obrador, su candidato presidencial actual, como ya mencionamos, rompió con el PRD después de las elecciones presidenciales del 2012, cuando el PRD firmó el llamado Pacto por México. MORENA actuaba como la tendencia de López Obrador al interior del PRD, partido del que fue candidato en las dos elecciones presidenciales anteriores. La coalición encabezada por MORENA se llama Juntos Haremos Historia, en la que participan también el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Encuentro Social, un partido de extrema derecha originado en una secta religiosa antigay que se opone al aborto. La incorporación de este último partido a su campaña se parece a la táctica utilizada por Lula en Brasil o los sandinistas en Nicaragua para presentarse como un candidato moderado y confiable ante los sectores más conservadores. También hay un aflujo de ex-priístas a las filas de MORENA (para malestar de los militantes de base de MORENA), y López Obrador no oculta sus relaciones de amistad y políticas con muchos de ellos como Bartlett Diaz, el mismo que presidió el fraude electoral de 1988 contra Cuauhtémoc Cárdenas. López Obrador conocido popularmente como AMLO o ‘El Peje’ va a la cabeza de las encuestas con el 42.5% según las encuestas previas a la maniobra fraudulenta del PRI de certificar a otro candidato “independiente”, (ver el punto 4 más abajo). Es de destacar que las dos últimas elecciones presidenciales anteriores se decidieron con una pluralidad de entre 35% y 38% y que no existe segunda vuelta. Un triunfo de AMLO, quien ha acusado a Trump de ser ‘neofascista,’ seguramente no conduciría una ruptura con el imperialismo norteamericano pues el busca encontrar un entendimiento con los demócratas a los que no critica

Además, según encuestas de opinión en la Ciudad de México (bastión tradicional del PRD), MORENA lleva una ventaja de más de 15% sobre su más próximo competidor y se enfila a ganar la gubernatura que está ahora en manos del PRD, el cual aparece en un distante tercer lugar, lo que da una muestra de la profundidad de su colapso político. Andrés Manuel López Obrador fue priista en su pasado y reivindica a los gobiernos nacionalistas del PRI de los 70s.

4. Candidaturas independientes. Los principales partidos, PRI-PAN-PRD, aprobaron una reforma electoral que da acceso a la boleta electoral presidencial a candidatos independientes. Cada partido espera que esta innovación le ayude a dividir el voto de sus opositores certificando selectivamente a candidatos que compitan con sus oponentes. Esta aparente apertura democrática, sin embargo, solo es accesible para candidatos que tienen una gran maquinaria política o montañas de dinero para recolectar el mas del millón de firmas requeridas. Pero también parece haber funcionado como una válvula de escape para aliviar la presión sobre el sistema de partidos. El Instituto Nacional Electoral registro solamente a Margarita Zavala, exmiembro del PAN y esposa del expresidente Calderón, quien cumplió supuestamente con los requisitos para ser certificada como candidata para las presentes elecciones, pero hay acusaciones de que más de 700,000 de las firmas que presentó son irregulares. Dos semanas después, un tribunal electoral, que resuelve regularmente a favor del PRI, decidió darle fraudulentamente el registro electoral también a Jaime Rodríguez, gobernador independiente de Nuevo León con licencia, un expriísta conocido popularmente como “el Bronco,” se trata de una medida desesperada del PRI para socavar el apoyo que las encuestas le dan a López Obrador. La certificación de esta última candidatura saco a la luz pública las peleas internas entre el Tribunal Electoral y el Instituto Nacional Electoral. El INE por acuerdo entre los partidos y para no provocar una crisis electoral es el que termina acatando sin apelar a ninguna instancia superior como lo sería la corte suprema. El Bronco había presentado más de 58% de firmas Inválidas a las autoridades electorales. La otra candidata que no fue certificada por no haber juntado las firmas requeridas fue María de Jesús Patricio Martínez, pero de las firmas que presentó el 95% fueron firmas válidas. No se puede descartar que se dé un acuerdo entre Anaya y “el Bronco” y que uno decline a favor del que vaya adelante si eso les ayuda a superar a los otros partidos. No hay aun encuestas actualizadas que consideren el impacto de la incorporación de “el Bronco” a la campaña electoral, pero por su certificación fraudulenta probablemente arranque con un piso muy bajo.

5. La ruptura del derechista Partido Acción Nacional-PAN. La candidatura de Margarita Zavala es en sí misma una de las novedades de esta elección porque para poder presentarse como candidata tuvo que renunciar a su partido y utilizar recursos propios y de sus simpatizantes. Ella fue toda su vida una militante profesional del PAN y llegó a ser diputada federal, trató de postularse por el PAN pero no pudo contra el control férreo de Ricardo Anaya quien siendo presidente de su partido bloqueó todo procedimiento democrático interno y se autoimpuso finalmente como candidato de su coalición. Su candidatura no ha logrado superar el 10% de preferencia en las encuestas.

6. El EZLN/CNI, Ejército Zapatista de Liberación Nacional/Congreso Nacional Indígena intentó este año, por primera vez, lanzar una campaña electoral. Impulsó con la candidatura independiente de María de Jesús Patricio Martínez, conocida popularmente como Marichuy, una dirigente de la comunidad nahua, una comunidad indígena del estado de Jalisco. Sin embargo, su campaña proclamó que renunciaba desde el comienzo a recibir cualquier financiamiento público disponible para pre-candidatos y que realmente no luchaban por el poder, y que no estaba en el escenario nacional para competir con contra los demás partidos políticos. Esto muestra que, a pesar de las apariencias, no hacen más repetir los temas y el estéril discurso de la llamada Otra Campaña de Marcos del 2006. Sin una organización nacional que garantizara el cumplimiento de los requisitos de la ley electoral y con un mensaje político contradictorio el fracaso quedó asegurado. La izquierda socialista mexicana que se ha mantenido independiente de los partidos capitalistas se sumó a la campaña de Marichuy, sin hacerle crítica alguna a las limitaciones de su programa político o a sus discursos antipartido, que no la diferencian de los dos candidatos independientes que quedaron registrados.

Izquierda: La ausencia que permanece

La izquierda mexicana, con la excepción de pocos grupos muy pequeños o individuos aislados, en sus distintas vertientes desde la originada en el partido comunista mexicano hasta el trotskismo y pasando por todas las variantes de maoísmo se suicidó políticamente en 1988 cuando decidió incorporarse a la formación del Partido de la Revolución Democrática junto a los sectores disidentes del PRI y los representantes de la democracia pequeñoburguesa provenientes del Partido Mexicano de los Trabajadores-PMT de Heberto Castillo. El Partido Socialista Unificado de México-PSUM, el cual se convirtió en Partido Mexicano Socialista (PMS) al fusionarse con el PMT fue el que le transfirió su registro electoral al PRD, los dirigentes centrales del comité central del Partido Revolucionario de los Trabajadores – PRT abandonaron su partido para sumarse también. En el curso de los años el PRD evolucionó como todo partido burgués que erradica todo vestigio de activismo y radicalismo para convertirse en maquinaria electoral.

El EZLN, la otra fuerza política que proclama identificarse como anti-capitalista de izquierda, va volviéndose cada vez más marginal, en parte por su sectarismo frente a otras organizaciones de izquierda a las que excluyen de sus asambleas pero principalmente porque carece de un programa político dirigido a la clase obrera y a las luchas de masas. Antes de decidirse por una campaña independiente su dirección habría hecho la recomendación de incorporarse a Morena como vehículo para sobrevivir políticamente y no es improbable que muchos se sumen a la campaña de AMLO (esto ocurrió también en el 2006).

El resto de las pequeñas organizaciones que subsisten de la izquierda mexicana siendo más reducidas en la actualidad y tienen frente al fenómeno del ascenso de MORENA, la misma presión que llevó a la liquidación de la izquierda en 1988 con la campaña de Cárdenas. Su tarea es la de resistir esa presión, construirse en las luchas, reconstruir el movimiento de masas ligándose nacional e internacionalmente a otros marxistas revolucionarios.■

Nota sobre la Segunda Internacional

La Socialdemocracia, o Segunda Internacional, en sus orígenes fue fundada directamente por Engels y era la organización internacional del proletariado para guiar su lucha contra la burguesía a nivel mundial, llegó a tener una influencia masiva en los sindicatos y entre los trabajadores de los países más desarrollados. En su seno surgió un ala oportunista, al principio minoritaria, que abandonó el programa de la lucha por la revolución para limitarse a luchar por reformas dentro del capitalismo, reflejando el ascenso y los intereses de una capa privilegiada de la clase obrera. Durante la Primera Guerra Mundial sucumbió y cambió completamente su carácter social cuando los dirigentes de sus principales organizaciones apoyaron a sus propias burguesías imperialistas. Al final de la guerra actuaron como salvadoras del capitalismo y desde entonces han jugado un papel contrarrevolucionario. En la actualidad todos los partidos de la socialdemocracia son directamente burgueses o imperialistas. En México son tres los partidos afiliados a la Segunda Internacional: El PRI, el PRD y el PT.

Etiquetas:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.